Bolívar no huyó de Bogotá. Renunció a la Presidencia y salió en medio de los gamines que le gritaban "¡longanizo! ¡longanizo!" lanzándole bosta de caballo. Bolívar huyó de otras partes. De Valencia, por ejemplo, porque no se iba a poner en manos de Boves, el sanguinario. Huyendo llegó a Cartagena con un salvoconducto de Monteverde gracias a su amigo español Francisco Iturbe. Es que Bolívar era hijo del hombre más rico de Venezuela. De Cartagena fue a Jamaica.
Caer en manos de los tiranos usualmente lleva a la horca, o al paredón.
Bolívar renunció a la Presidencia el 27 de Abril de 1830 en un fallido intento por evitar la disolución de la Gran Colombia. Dijo entonces:
"¡Colombianos! hoy he dejado de mandaros. Veinte años ha que os sirvo en calidad de soldado y magistrado. En este largo período hemos conquistado la patria, libertado tres repúblicas, conjurado muchas guerras civiles, y cuatro veces he devuelto al pueblo su omnipotencia, reuniendo espontáneamente cuatro Congresos Constituyentes. A vuestras virtudes, valor y patriotismo se deben estos servicios; a mí la gloria de haberlos dirigido. (...) Temiendo que se me considere como un obstáculo para asentar la República sobre la verdadera base de su felicidad, yo mismo me he precipitado de la alta magistratura a que vuestra bondad me había elevado."
Y dijo:
"Debéis estar ciertos de que el bien de la patria exige de mí el sacrificio de separarme para siempre del país que me dio la vida, para que mi permanencia en Colombia no sea un impedimento a la felicidad de mis conciudadanos."
Mucho "bolivariano", de Bolívar en realidad no sabe nada.
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