— Julio: Un
oyente habla con un parlamentario de Irlanda diciéndole que si él era
conciente de que las FAREP son comunistas y que una vez en el poder los
comunistas no respetan acuerdos quedando en juego la libertad y la
democracia.
Luis Fernando: ¿Qué te respondió el Parlamentario Irlandés?
— Me respondió en Inglés que traduzco:
"Soy
muy consciente de que las FARC son comunistas. Así son las IRA. Sin embargo, ¿quiere la paz en su país o
más miseria y sufrimiento? Esa es la pregunta que hay que hacer. Si
quiere la paz, entonces usted tiene que hacer las paces con sus
enemigos, y no sólo con sus amigos. Mis mejores deseos, Jeffrey"
— Julio: ¿Y usted quedó contento con esa respuesta?
— Claro que no, Julio. Le repliqué:
La paz sin libertad y sin democracia no es aceptable. Las FARC nos
tienen un Pol Pot reservado. Hay que conocer la historia de Colombia y a
los Colombianos. Entender que apenas se toquen libertad y propiedad
privada, correrán rios de sangre al abrir la puerta a la lucha de
clases. Pasó y está pasando. Las democracias más avanzadas podrían
ayudar en una campaña de educación para la democracia, y educar en ella
también a las FARC. Firmar bajo la presión de las armas no arregla el
conflicto. Originará otro.
— Entonces él me dice:
"Nunca me permití
sugerir que usted deba tener paz sin libertad ni democracia. Eso no
sería paz en absoluto. Sin embargo, ¿qué propones para lograr la paz si
no hay negociación con las FARC? Es su derecho de no aceptar el alto el
fuego y permitir que más personas inocentes mueran?"
— Y yo le repondo:
La vía es la democracia. Si las propuestas de la FAREP son tan
aceptables para ser acordadas, también lo son para ser discutidas y
adoptadas en democracia. El Presidente de Colombia tiene mayorias en el
parlamento suficientes para aprobarlas. La respuesta está en el
interior de nuestra precaria democracia, haciéndola responsable y real.
No con esquemas superados como el unipartidismo cubano o la
imposición al estilo venezolano.
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