El otro día escuché a un sobrino afirmar mientras jugaban ajedrez que lo importante no solo era ganar, sino humillar. El gobierno de santos y las farep están haciendo eso. Humillando una sociedad asombrada y silenciosa. Ahora el negociador, que luego pasará a la condición de prohombre de la patria, es un tal alias algo, secuestrador sanguinario y narcotraficante, con 42 órdenes de captura, al que se vio en el Caguán chofer en los carros robados. ¿Ese tipo tiene derecho a imponerme su manera de ser y de pensar puesto que ha vivido armado y no tiene escrúpulos? ¿Me dejaré encadenar por él? Cuando estén en el poder y santos viva en Miami con sus cuadros de Botero, su nobel, su megalomanía y su plata, ellos tomarán de cualquiera lo que quieran. Empezando por la libertad. Los bienes serán saqueados a su amaño.
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