Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo.
(Ángel González)
¿Qué hace falta, pintor de sueños, qué hace falta?
¿Sentir su piel?
¿Rozar las yemas de sus dedos
a la distancia de un soplo,
... o de un latido?
¿Y sus labios?
¿Juntarlos con los míos
a la distancia de un susurro
alunado, alucinado?
¿Sentarse a contemplar el viento
y las estrellas, si logran derrotar las luces
que lo oscurecen todo?
Pensándolo bien sí que hace falta.
Así seríamos, entonces.
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