Suicidio

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Para Jorge Mass

Fueron muchas mis formas y mis muertes

Borges

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Un día cualquiera, después de algunos meses de silencio que siguieron a una extraña nota cargada de amenazas y reclamos, decidió suicidarse. Suicidarse de mí y algunos más para los cuales no sé si ha regresado. Montó una inútil, extraña e innecesaria pantomima. La página de unos supuestos abogados que no recibía mensajes de respuesta notificó su muerte, lugar, hora y razón. Ya había llorado su partida y no lo hice esta vez; entendía, aunque las dudas rondaran. No importa: tenía derecho a morirse de mí y de quien quisiera pero ¿no era más fácil decir que nuestro caminar había llegado a una encrucijada, o a una esquina, y que tomara por donde quesiese? ¿Sin explicar nada, solo porque sí? Me conocía; sabría, si en verdad me conocía, que no haría ningún comentario. Bueno, que dejaría porque soy así, un poema por ahí donde pudiera encontrarlo. Tal vez uno de Pessoa que no pesara mucho:

É talvez o último dia da minha vida.
Saudei o sol, levantando a mão direita,
Mas não o saudei, dizendo-lhe adeus,
Fiz sinal de gostar de o ver antes: mais nada.

Hermoso que es partir sin despedirse lo hizo así, pero sin dejar ir la ira que se le metió en en alma.

Visto con la perspectiva de los días, nos dimos una larga y buena caminada, exploramos montes y valles y tuvimos cimas, y también simas. Volver la mirada y hacer que se alborote el polvo de lo andado, sin limpiarlo, solo para que vuelva a ser ahora, genera una sonrisa solitaria.

Fue muy grato andar contigo hombre. Sabes que sé y a veces das muestras de importarte. Sé que sabes y a veces doy muestras de importarme.

En el corazón lo que sé no es que estés muerto, que lo estás si así lo quisiste y es solo de incumbencia tuya, sino que lo estoy y no lo quise y eso es solo de incumbencia mía.

Te lo agradezco mucho. De verdad.

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