Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Cuando muera
no me llores con otros.
Llórame a solas
o llórame
en el regazo de quien te ame bien,
y me haya amado.
Lo que digan ser las cenizas
déjalas, sin decirlo a nadie,
al pie de un árbol de un parque,
de una avenida, o, si puedes,
de un lugar cerca al mar
desde el que pueda verse.
Cuida que el árbol no se muera
de mi, pues puedo ser abono
o ser veneno.
De resto,
al pasar por ahí no te detengas.
Tan solo alguna noche de las de luna llena,
por una vez al año,
o una de esas tardes en que la luna y venus
se acompañan,
imagina que estoy allí
mirando ese lucero que alguna vez
tu y yo llamamos nuestro.
Cuando dejes de amarme
has otro tanto.
.
no me llores con otros.
Llórame a solas
o llórame
en el regazo de quien te ame bien,
y me haya amado.
Lo que digan ser las cenizas
déjalas, sin decirlo a nadie,
al pie de un árbol de un parque,
de una avenida, o, si puedes,
de un lugar cerca al mar
desde el que pueda verse.
Cuida que el árbol no se muera
de mi, pues puedo ser abono
o ser veneno.
De resto,
al pasar por ahí no te detengas.
Tan solo alguna noche de las de luna llena,
por una vez al año,
o una de esas tardes en que la luna y venus
se acompañan,
imagina que estoy allí
mirando ese lucero que alguna vez
tu y yo llamamos nuestro.
Cuando dejes de amarme
has otro tanto.
.
1 comentario:
Este tambié es hermoso!!
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