Asexualidad

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Andamos, marcha forzada, hacia la Asexualidad. No es necesaria ya la reproducción. La tierra está henchida. Sobra gente. Se impone el miedo.  Ya no hace falta nadie. 

También por fatiga, por imposibilidad moral de responder por lo que se traiga al mundo; por asepsia voluntaria o impuesta, y porque el temor invade cualquier contacto humano, hasta el propio: para masturbarse ya es necesario usar preservativo.  

Queda pues ese camino que aproxima a los ángeles y a dios. Porque, que se sepa, los primeros no tienen sexo y el segundo, que ha de tenerlos todos,  cuando eyaculaba dentro de ese condón gigantesco que es el universo —que ya no lo hace—  producía una constelación. Y se cansó de no poder alcanzar los confines del gran big bang de su polvo originario.

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