Por discurrir, anoche discurría con una amiga de esta manera. Y me encomillo, petulante:
"Tanto caminar y el camino es uno. Nada vuelve. El frio existe en la palabra frio. El odio en su mirada enseña la palabra odio, a conocerlo y a sentirlo. Las nubes son nubes aunque no existiera la palabra nube y el viento abraza, helado, oscuro aunque no supiese la palabra viento. La noche no es más que dia en otra parte y la vida ¿qué es si no la posibilidad que no lo sea?
Por todo mi sistema nervioso andan emociones extrañas. No he visto caminar —quien podria ver— cucarachas por mi espalda. Pero ha de ser tal cual yo siento ahora. ¿Jamás dejar de ser? ¿Quien garantiza que lo que sucedió no es que dejamos de ser el dia que eso de cola larga ganó la carrera entre millones y se metió en donde no debía..? ¿No será éste el estado inferior de la existencia? ¿No será lo otro eso que llaman ser? ¡Ay Camila! Montados en una onda cósmica azul no hace falta hogar, si hogar es algo más que el abrazo de quien tuvo la culpa."
... lo dejo ir sin estar muy seguro de lo que quise decir.
Li Ching arroja un cabo:
“Mantén un corazón tranquilo,
Siéntate como una tortuga,
camina rápido como una paloma
y duerme como un perro.”
*
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