Al llegar de viaje busqué una
fotografia del horizonte desde la parte alta de mi pueblo; una ventana
para el hombre y para el perro a través de la cual ver hacia la
cordillera occidental. Tanta vida que hay en nuestro entorno y tanto
verde en contraposición a la escasez de que se sufre, o tal vez no se
sufra, en otros.
Y la clásica pregunta del regreso: ¿Es quién vuelve el
mismo que partió?
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