Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
¿Se puede aspirar -o esperar- que alguien te quiera, sin exigir a cambio nada diferente de eso: de permitirte amarle?
Porque es claro que el que ama es siempre uno y que lo amado te amará si quiere...
Tal vez esa sea la razón de la contradicción: lo amado espera, requiere, urge, exige.
Y el amante no es más que el solitario que ama.
¡qué patético!
el amor envuelve el desamor
el desamor viene a la vida con el amor
éste se desgasta, aquel no.
El amor sobrevive, el desamor acecha.
El amado reclama: no me dejes ir.
Concede.
El amante reclama: no te vayas nunca.
Ruega.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario