Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Oído en la mesa del lado:
A veces deseo curarme la melancolía con mel-alcoholía.
Pero ni para eso alcanza.
No hay compañía tampoco para eso.
Alguien que sabe me dijo que el alcohol no produce, por sí mismo y en el corto plazo, insuficiencia cardíaca.
Un hombre que vive debajo de un puente, tiene allí su hogar. Y tal vez su familia sea el viento, o la lluvia o el sol. O su botella con pegante.
He visto protestar a quien duerme tapado con cartones bajo el alero corto de un edificio, por ser movido de allí: ese es su hogar y no es incómodo el andén que le sirve como lecho.
He visto llorar a un hombre que al enfrentar su vida, concluye que su familia es su esposa y son sus hijos. Y se aferra a ello. Y sobrevive. He visto los dientes de la traición.
A los hombres malos no tendrían que dejarnos envejecer. La vida es un espectáculo circense en que ni siquiera soy payaso. Siendo algo, talvez el hombre bala.
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