Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Anoche pasé por los barrios y las cuadras por donde viví de joven. Es una ciudad pequeña pero aún así hacía dias no iba por allí. Recordé un poema de Cavafis que corrí a buscar y pongo aquí:
Se me atragantó también -eran las nueve- un poema de Darío Jaramillo Agudelo:
En el mismo lugar
Ambiente de la casa, de los locales, del barrio
que veo y por donde camino: años y años.
Te he dado forma en tristezas y alegrías,
con tantos hechos, con tantas cosas.
Y todo entero te has trocado en sentimiento, para mí.
Se me atragantó también -eran las nueve- un poema de Darío Jaramillo Agudelo:
Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra,
que esa tiniebla eres tú.
Tu corazón, ese froto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario;
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve,
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine,
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor.
§
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