Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Un amigo me dijo estos dia: hay una guerra en ti.
Le dije que si. Dentro de mis rezagos kármicos me encuentro una guerra. Una en la que luché. No identifico en que lugar ni en que época. Solo sé que allí perdí las piernas pero sobreviví. (No podria decir mis piernas, porque ahora tengo unas que a veces me duelen, como si faltaran). Hay también en esos rezagos un libro. Un enorme libro de pastas cafés y letras góticas que conozco, reconozco y sé de principio a fín y del cual no recuerdo una sola letra en consciencia. Solía pensar que era algo que iba a escribir. Un día amanecerás recordándolo todo, me decía, y lo harás. Como ya se que no, asumo que es algo que escribió ese otro del que eventualmente deviene mi energía. No me gustan las guerras aunque las estudio. Y no quisiera que nadie me matara, a no ser a besos. Ahogado entre sus labios. Pero esas cosas ocurren poco.
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