A propósito de la primera encíclica del Papa Francisco.
Luis.- ¿Y qué quieren de un Papa? ¿Que apoye a los Ateos? ¿Y porqué les importa tanto a los ateos lo que opine un Papa? No digo "Soy Ateo" porque eso ya me convierte en un creyente.
Sergio Korman .- Lo de Luis es BRILLANTE! Me sacó las palabras de mi boca! Lo mismo pienso de "las" lesbianas..."los" gays. Si uno NECESITA "autodefinirse", conforma un ghetto, y utiliza un discurso sectario y reduccionista y "ayuda" a construir discriminadores (que ya existen, por cierto)
Roberto Carreño.- Luis, en este caso, lo que se espera (tal vez ingenuamente) de un líder religioso que influye sobre cientos de millones de seguidores, es que no haga esas afirmaciones sin fundamentos en relación a los ateos o no creyentes. Afirmaciones que tienen que ver más con sus creencias que con los hechos. Eso no es pedir apoyo, no exageremos. Importa su opinión justamente, por la enorme influencia que puede tener sobre su gente, para la cual, la palabra del Papa puede ser "palabra santa" cuando no lo es. Y no sé que tendrá que ver pero dijiste: No digo "Soy Ateo" porque eso ya me convierte en un creyente. Pregunto... ¿creyente en qué?
Luis.- Eco propone, entre los componentes de la Cacopedia, la Tetrapiloctomia: "el arte de cortar el cabello en cuatro". Lo que digo, Roberto, se explica por sí mismo. Solamente habría que complementarlo diciendo que lo que vale para el Ateo también tendría que valer para el Papa. O sea, no ocuparse de los Ateos. Pero, en tanto que seguidor, el Papa y los cristianos todos, desde el Vaticano hasta el pastor protestante de garaje, suponen que tienen que ser misioneros y buscar salvarnos. No menos que el Ateo que trata de convencer con sus argumentos, convirtiéndose por tanto en creyente de su credo de no creyente, y predicador (misionero) del mismo.
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