Hay
amigos de los que importa ser amigo y amigos de los que se es amigo.
Tiene que ver con qué tanto importa su ausencia y cómo, de importar
tanto, resulta tan irresistible su presencia inactiva que se prefiere
convertirla en ausencia activa para así poderla dejar ir. Las mallas
capturan lo que cae en ellas. Se es al tiempo océano, red, pez, pescado y
pescador. Se puede estar más o menos atrapado y más o menos libre. Nada sale del universo.
Todo está dicho en el silencio y
comprendido en él. Hay amistades que duelen. Las que uno quisiera no ver contaminadas con una palabra inapropiada, con un gesto que las rebaje o que las envilezca a nuestros ojos así ellas no se vean así.
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