Déjame ser tu amor teórico

Luis Fernando Gutiérrez Cardona

Déjame ser tu amor teórico.
Prometo llenarte de poemas
de palabras dulces
de imágenes
—en el aire—
de flores y canciones.

Prometo enamorarme de ti sin que lo sepas
y no exigir amor a cambio;
como el gran pájaro blanco
que cruza en las tardes frente a mi ventana
serás libre
—tanto como ahora—
tanto como quieras.

No tocaré en tu casa
no sabré en donde queda
ni te llamaré por teléfono
o a gritos.
No te cansaré con mensajes
—salvo alguno a deshoras—
ni iré por ti
ni coparé tu espacio.

No seré guardián
ni policía.
Y si no resistiera más las ganas de mirarte
lo haré desde donde tu no puedas verme
—y no te lo diré—.

Prometo no contarte mis problemas
ni averiguar los tuyos
—pero escucharé, si así lo quieres—.

No te juzgaré
no te criticaré
no te crucificaré
no te agobiaré.

Prometo no tocarte
ni apropiarme de tu cuerpo
o de tu alma.
Prometo que no seremos una sola carne
ni un solo espíritu.

Te pediré que salgamos a caminar
a tomar un café
a hablar tonterías
a embriagarnos
—o ver que tu lo hagas—
pero podrás negarte.

Te prometo estar lejos.
Que siempre podrás irte
que no te retendré
con algún mío
con algún mito
con un te amo
una cadena
una alianza
una lágrima
una amenaza
o con algún recuerdo.

Y prometo no usar tus palabras
para mi beneficio.
Nunca.


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