Tengo
varios discos de BB King en mi discoteca que se resiste a desaparecer, que ocupa aún lugar de honor en el estudio y sobre la que no
dejo se acumule polvo en una lucha condenada a perder. Resiste porque habría que remodelar el
espacio para otros usos. Pero acordados estos, el montón de cd's, comprados, recibidos, perseguidos,
luchados, traídos, rogados, escogidos, amados, ocupará cajas en un rincón de un lugar que por el
momento no existe. La música hoy, toda ella, se capta del aire. Por
internet está disponible directo a uno cualquiera de múltiples recursos
tecnológicos. Ahora mismo suena lo que quiero, Fito y Fittipaldis y
Calamaro lo mismo que el Requiem de Mozart, vía bluetooth, en un parlante de alta calidad que mide doce
por doce centímetros y no tiene ningún cable conectado. La música salta a
la orden de uno de mis pulgares desde ésta tableta que tampoco tiene
cable alguno, a él.
"No voy a despertarme porque salga el sol" dice la
canción. Tengo que dormirme pronto.
BB King llegó al final del camino hoy en Las Vegas..
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario