Agradecimiento

Querido Aldemar:

Me espera en la oficina el regalo que me haces y que te agradezco de corazón. Corrí a abrirlo, lei las solapas y al caer en cualquier página me sentí de inmediato comunicado contigo y con el pensamiento de ese gran pastor que con seguridad fue Monseñor Alonso Llano Ruiz. Lo leeré completo esta noche.

Mi búsqueda espiritual ha conseguido hacer una larga estación que quizás es ya la de llegada. Creo en el ser humano porque si no ¿en qué? No soy religioso pero si íntimamente muy espiritual.

Se me vienen a la memoria al pasar ahora transversalmente por esas páginas abiertas, aquellos versos de Blas de Otero:

"En la inmensa mayoría
Podrá faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me faltarán.
El aire, que no es de nadie.
El agua, que es del sediento.
El pan... Sé que me faltarán.
La fe, jamás.
Cuanto menos aire, más.
Cuanto más sediento, más.
Ni más ni menos. Más."

Muchísimas gracias. Espero la oportunidad de sentarnos a moler palabras y textos

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P. S.— Ya leí el libro página por página. Impactan fe y convicción que no dejan resquicios a la duda. Textos que muestran la naturaleza humana, y también divina, de su autor. Divina porque para estos tiempos solo una sincera ingenuidad admite una conexión tan clara con Dios.

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