Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
“Cógeme la mano, amor, que vengo muy malherido, herido, de amor huido. Herido, muerto de amor.” —Federico García Lorca.
Pienso lo mágico que es querer a alguien.
Tomarse de las manos, abrazarse juntando labios y pieles;
sumergiéndose.
Oírse llamar "amor".
¡Cómo desaparece el tiempo
y se detiene el pensamiento!
¡Y dos son uno y uno es menos que uno
pero infinitamente más que cero!
Y entre los dos el infinito...
Pero es difícil.
No nos prestamos a ello.
Aunque alguna vez se logre.
Aunque alguna vez se viva
y aunque siempre el remordimiento
—el pecado en los genes— lo acaba todo.
Y el miedo.
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