Epicuro

"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro

"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia

enero 21, 2016

Adultez



Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

La juventud pasa muy rápido, o pasaba puesto que ahora 'nosotros los jóvenes' lo son hasta el lindero de los cuarenta o poco menos. Pero la verdad es que pasa pronto. Y llega la adultez y con ella la adustez. Adquirimos profesión u oficio, tarjeta de crédito, registro tributario, celular, seguro de vida -y también de muerte-, carro a plazos, seguros obligatorios, pagarés, y una hipoteca eterna, y con ello el sentido de la existencia que es pagar facturas mes a mes hasta la muerte y más allá. Dejamos de estar enamorados para sentir amor, para exigirlo, para cobrarlo. Nos comprometemos con la preservación de la especie, hacemos colas, tomamos partido y seguimos algún equipo de fútbol. 

Empezamos a amar el odio y lo desarrollamos como principal motivación. La adultez nos hace adquirir consciencia de que hay que manejar a la defensiva, de que el espacio para el sufrimiento es ancho, angosto el del goce, inexistente el de la felicidad. Hablamos con los desconocidos acerca de lo dura que está la vida y lo malo que es el gobierno -el peor de la historia, siempre. Se nos hacen caras las cervezas en los bares y excesivo el volumen en las discotecas. Huimos del sol porque produce cáncer, contamos calorías, dejamos de comer de aquello porque nos hace daño, las playas multitudinarias nos agobian.

P
or fin, somos capaces de leer La Retórica de Aristóteles y reconocer lo sabio que era nuestro padre.


La adultez oscurece la tez y la ensombrece. Despeja la cabeza -de pelo-y nubla la vista. Pausa la expresión. Sube la agresión. Endurece. Desasosiega. Encanece. Ablanda. Atemoriza. Se pierden la fe, la esperanza y la caridad. 

No es buena la adultez. Y no hay, aún, un interruptor que detenga a voluntad su marcha también emprendida sin opción, arrojados como somos al mundo sin que medie decisión propia. ¿El pentotal a qué? se preguntó el poeta. Una dosis de cianuro de potasio o algo similar con menos estridencia, tendría que formar parte de la dotación mínima. A falta suya un poco de cinismo ayuda.

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