Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
El grado de ensoberbecimiento de los políticos es ridículo y muestra una enorme falta de democracia o de comprensión de la misma. Los periodos presidenciales se extienden hasta el extremo de hacerse vitalicios. Los casos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador son abusivos, dramáticos. O el de los Kirchner en Argentina (2003-2015). En Colombia ocho años han demostrado ser demasiados. El cansancio, la hartera, la mamadez, son totales. Y faltan 500 días que pareceran cinco mil. Cuatro años se van comprando apoyos para los otros cuatro que se van pagándolos. El poder eleva el ego de unos y el servilismo de otros a niveles absurdos. Asi, estamos en manos de dos innombrables para quienes el resto de ciudadanos son eso: resto, basura que come de su prepotencia y la alimenta. Mitad aplaude, mitad rechaza. El periodismo abyecto mantiene excitada la galería y traga de lo que le den los poderosos, condena y perdona. Y la justicia se pliega al régimen.
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