Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Dijo Jesús, ese gran desconocido: "Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial
las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" Me cae bién
Jesús, aunque no siempre: Como todo humano tuvo sus cosas. Pero si miran
atentos él no ofrece a las aves el granero si no el alimento.
¿Desayunamos, almorzamos y comimos hoy? ¿Tuvimos un lugar donde dormir
protegidos? ¿Qué más queremos? ¿Imposibles del tipo ser por siempre
jóvenes, por siempre sanos, no envejecer, no enfermar, no morir? Él solo ofreció aquello. ¿Por qué no dejarlo en paz a ver que hace por
otros? ¿A ver si gestiona mejor esta cosa que se le salió de las manos desde siempre? No pudo con uno, Adán, menos puede con los siete mil millones de hoy. Debemos mantenerlo aburrido al pobre hombre con tanta quejadera. La vida sencillamente fluye. Conduce. Jesús no pudo reirse pero lloró tres veces.
*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario