Epicuro

"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro

"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia

febrero 17, 2018

G.



Luis Fernando Gutiérrez-Cardona


G.


Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.

—J. Gil de Biedma 

Hoy cumples 20 años. Es decir, has vivido 20 y te adentras en el 21. Dicho lo anterior es imprescindible decir que fui testigo de tu nacimiento y que éramos entonces vecinos en aquellos apartamentos del edificio los laguitos de tan grata memoria. "Trujillito" te dije desde el comienzo porque desde el comienzo me pareció que tomaste los aires de esa familia tan entrañable para nosotros por tu abuela. Y sigues con esos aires, con ese tamaño, con esa contextura. Tienes, por supuesto, los aportes genéticos de tus otros apellidos, sus rasgos temperamentales, sus silencios, sus profundidades y sus superficies.  Su picante, su nobleza, su capacidad de ver las cosas de cierta manera. Eres el menor de los nietos de mis padres, el menor de los sobrinos de tus tíos -siguen los fabulosos biznietos, todos primos- y eso te hace para mi un poquito especial, como es un poquito especial la mayor de ellos. 
En otros tiempos, no demasiado lejanos, ay, alcancé mi mayoría de edad a los 21. Debería seguir siendo así: no está bien que lo maduren a uno biche, ni está bien madurar colgado del palo. En ese caso por preservar el derecho de no tener que ver la vida como enemiga demasiado pronto. En este porque la fruta que madura en el árbol es comida de pájaros que acaba abandonándose en los campos y alimentando gusanos aunque, quien sabe, podría también ser simiente. 
Tienes de la gutierrada eso que les resulta tan importante: la libertad consciente que expresaba el abuelo que quizás no recuerdes, y no recordarás, cuando decía aquello de "si me quieren tener contento hagan lo que les de la gana" a sabiendas de que la gana estaba ya predeterminada. O como decía tu tío recientemente ido: "soy mio, yo me compré en la feria" pero mantenía y hacía mantener los anclajes.
Una cosa es clara: has vivido rodeado de amor y nada sugiere que no vaya a ser igual el porvenir. Por venir... bellas palabras que nos recuerdan aquello de las alas y de las raíces. Nunca dejes, nunca dejemos, de llevarnos en el corazón. Es lo aprendido.




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