Voces

 

El mundo (era tan grande el mundo cuando niño) es una roca pequeña fotografiada desde lejos que vaga por el infinito siguiendo un rumbo de eones (la manía de poner nombres al tiempo). Repaso imágenes de un lugar en el que estuve a miles de kilómetros (¿qué cosa es la distancia?) y me llega el sabor de la cerveza negra tomada en el bar del viejo hotel, The Old Crown se llama, cuando apenas se despedía el invierno y afuera, aún, todo era frío. Rodeado de personas hablando naderías pensaba pensamientos a bordo de mi mismo. Ahora estoy allí sin que esté lejos. ¡Ay! Esta roca acuosa sometida a la voluntad del fanático en turno, este continuo hacer no hacer y deshacer(se). Esta espera para pasar a cenizas estorbosas, para ser ni palabras ni recuerdo.