Que uno nunca es amigo de sus hermanos, pero siempre puede ser hermano de sus amigos es algo que leí en alguna parte y usé en estos días para introducir unas palabras que quise decir a alguien. La frase sigue dando vueltas. Siendo, al verla, de una gran claridad, su consideración empieza a llevar a la confusión. Ayer los pensamientos me llevaron a establecer en principio que los hermanos suponen mas obligaciones que derechos, y los amigos mas derechos que obligaciones. Que unos y otros se complementan y que algo inquieta en un mundo en que cada vez son mas las personas que no tienen hermanos, las que que no tienen amigos, y las que no tienen lo uno ni lo otro.
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