Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Jugando a ser Dios, lo fue.
De una pelota de barro sacó un hombre
Y con su soplo le hizo un alma.
No podía arrojarlo en cualquier parte
Le hizo entonces también un paraíso.
Humano en fin, imagen y semejanza suya era,
Le llevó a una trampa, para no ser menos.
¿Cómo tener alguien como yo? Se dijo.
Ya no fue Dios, se volvió hombre.
Hizo de Juez, de Cura y Policía,
No se en que orden, no lo tengo claro.
Solo se que me caen muy mal estos tres dioses.
Por falsos, por torcidos y por útiles.
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