Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Adoro la magia del instante. El poder que tiene un ahora. El hecho. Levantar la mirada al cielo y verlo en su estado. Observar los pájaros desde la ventana y las montañas cercanas y lejanas. (A veces una pequeña águila caza justo a la altura de mi habitación).
Amo el poder de la palabra, el brillo de una mirada, la humedad de unos labios. Esa mínima neblina circunstancial que aparece sobre la piel. El árbol que invita a que se le abrace.
Me gusta verte, tomarte de la mano y que tomes la mia. Disfrutar desde los ojos ese plato de comida.
Me elevo un palmo del suelo con solo acariciar la existencia y soy feliz con ello.
Y se destruye todo con una sola palabra, con un calificativo, con un gesto maldito o con el comentario usual. Y solo quedan ganas de regresar muy adentro. O de regresar.
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