"La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña... Y las imágenes de ese sueño se presentan, ahora con una abigarrada extravagancia, ahora armoniosas y razonables... La Ilíada, Platón, la batalla de Maratón, la Venus de Médicis, el Munster de Estrasburgo, la Revolución Francesa, Hegel, los barcos de vapor, son pensamientos desprendidos de ese largo sueño. Pero un día el dios despertará frotándose los ojos adormilados y sonreirá, y nuestro mundo se hundirá en la nada sin haber existido jamás." (Heinrich Heine).
No lo sé. Esta semana leí de nuevo Hamlet. Ha cambiado el texto y he cambiado. Leído varias veces hace años, le encontré cosas de que ni siquiera tenía memoria. No es tan extraño. Sí lo es la manera como me aproximo a los libros, la forma como me afectan y me identifico con ellos.
Las noches son larguísimas. Los días no tanto. Dios se despereza y se frota los ojos. No tengo miedo ya -ni siquiera vergüenza- de decir que estoy al borde.
Mi mundo se hunde en la nada sin haber existido jamás..
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