El Rev Dr Peter Mullen,  rector de St Michael’s Cornhill and St Sepulchre without Newgate in the City, escribió en su blog (actualmente fuera de línea) que la homosexualidad es "claramente antinatural, una perversión y  corrupción de los instintos y  afectos causa de  enfermedades mortales ". 
Hagamos que los homosexuales lleven obligatoriamente en sus espaldas un tatuaje con la leyenda: "La sodomía produce serios daños a la salud" y "La felación mata".
El obispo de Londres declaró que la publicación como altamente ofensiva. Al parecer el sacerdote podría enfrentar sanciones disciplinarias.
En tanto, el reverendo Mullen manifestó que él no ve ofensa alguna. "Escribí algunas palabras satíricas en mi blog, y nadie con un mínimo sentido del humor o conocimiento de la tradición satírica inglesa lo tomaría de otra forma que como una broma".
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Un gran número de sacerdotes católicos expresó  preocupación por el eventual avance de la idea.
3.
Un numeroso grupo de musulmanes expresó que sería  sumamente apropiado que a los  cristianos se les tatuara en la espalda "El cristianismo produce serios daños a la  salud" y a esa manifestación se unieron con voces de apoyo los pocos  sobrevivientes de muchos pueblos indígenas de América. También dijeron  que podría agregarse la frase "La felación mata" en consideración al  abuso que hacen esos cristianos de su lengua. Después dicen que son palabras satíricas, pero es por disimular mientras meten el cuento.
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¿Serán musulmanes que ya se tatuaron, quiero  creer?
5.
Los musulmanes, ya tatuados, preguntaron: "¿Quién pegó  primero?". Pedro El Ermitaño dijo "¿Sería yo, señor?". Mientras, el Imán de Qom  se sostuvo en que la principal enseñanza de El Corán es -justamente en su sentir- "ojo por  ojo..."
6.
Todos los creyentes tienen razón, that's the  question. la racionalidad es la no violencia, las religiones no son racionales. Además, como se sabe, ojo por ojo, y el mundo  quedó ciego.
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La odontóloga que visito prefiere el "diente por  diente". Sobre todo a la hora de formular la cuenta.
8.
Estimado Luciano, un "pero" pongo pues yo diría, si hablamos del ser humano que, todos los creyentes son animales racionales como los no creyentes, y que tarde o temprano están condenados al "uso de razón".  La  racionalidad del ser humano, no me parece que impida la violencia,  no es  la "no violencia". Si fuera como dices nunca habría habido  violencia,  desde el momento en que aparece la racionalidad,  la violencia según tú,  hubiera dejado de existir.  Me parece más preciso decir que las  religiones "no son razonables", su objeto escapa a la  razonabilidad, (o quizás mejor dicho que no soporta el análisis  científico), pero surge de la racionalidad como surgen de la misma la  matemática o la geometría.
Saludos sin razón alguna, por el placer de saludar, y platicar
9.
Como coincido con los motivos que explicas al final, agrego: al decir que las  religiones no son racionales, incluyo implícitamente y sin más remedio a  buena parte de la sociedad humana, que es la que adhiere a las religiones. o  sea que no hay religiones sin creyentes -como diría perogrullo- y en cuanto  a la racionalidad, es un objetivo, antes que  una característica de la  especie. (De allí mi alegre pesimismo).
Con el mismo placer por  estos intercambios, estés dónde estés y hasta la próxima. 
10.
Falta sustento si la afirmación es que las religiones surgen de la  racionalidad, o si es que el objeto de las religiones surge de la  racionalidad. Podría afirmarse con buen sentido que es eso o lo contrario,  como dirían Les Luthiers: surgen de la irracionalidad y su objeto es la  irracionalidad. Aunque quien sabe. Aquel llamó un cura in articulo mortis  "por si las dudas"
Saludos con el mismo placer, por las  mismas causas, en el mismo sitio y hasta el mismo tiempo.
11.
De eso estaba discurriendo hace unos momentos. el "por las dudas" es simplemente el miedo a la  muerte; pero el ser humano no puede limitarse a esperar -cosa de sabios- y  necesita imperiosamente saber antes, ya que presume, espera, ruega y clama que  pueda ser él mismo después del final. O sea, una estupidez a la altura de  su esperanza. 
12.
Esperanza, que es mentira a la medida ajena. Como las  ilusiones lo son, a la medida propia.
 
13.
Las palabras que somos
El mal es la humanidad. no es exterior, es  intrínseco; no es un enemigo ajeno sino parte de  lo que somos, y en ocasiones la parte dominante. El bien es la ausencia del mal, no su  contrario. El mal es propio de la naturaleza humana y  toda ambición lo incluye. No es eliminable y como máximo entendible.   El miedo a la muerte es inducido por la percepción  del mal que somos, en el sentido de que puede condenarnos y exiliarnos de la  ilusión del paraíso. pero el mal es lo que genera la necesidad de la  acción, que desde antiguo se define en hubris/hybris. palabra  que no existe en la lengua castellana y que remite al vocablo griego hýbris  entendido como violencia, insolencia, ultraje. No tiene certificación etimológica porque no es  sólo una palabra antigua sino principalmente la definición de una  estrategia. Y las estrategias se manifiestan al actuarlas; no  se anticipan ni se revelan, so pena de que pierdan su potencia. Porque el mal entendido de este modo arcano y  antiguo es la significación de la audacia contra la idea de la creación como  concesión de los dioses, contraria al concepto de naturaleza como proceso auto  generado. Desde prometeo, desde antes del paraíso.  Entre estas dos concepciones se debate la existencia  humana, alimentada por la certeza de la finitud del tránsito y la esperanza  de algún tipo de trascendencia. Por esa la hubris se hace necesaria. Hubris es galileo y de allí su condena, generada  en las mentes temerosas de los auto promovidos licenciatarios de promesas  celestes. Hubris es la ciencia y explica el milenarismo que  caracteriza a la ignorancia, que resume a la humanidad a mera espera de una  salvación incógnita. Hubris es una palabra potente, a la medida de la  fisión del átomo, que por definición es la representación del más reciente de  los miedos humanos. Esa es la idea de fondo, el divortium  aquarum de la especie, la división entre esperar o desafiar. la admisión de la peligrosa ambición humana  de suplantar a los dioses; la etimología moral de todas las cornejas siniestras  y las manzanas tentadoras que desde siempre mandan señales ominosas al mundo;  que incluye desde las religiones a los horóscopos, su versión  simplificada. En síntesis el mal es una desviación, el sub  producto de la grandeza de la hubris, cuyo sentido último es la audacia de  superar la duda más antigua: si hay conocimientos que deben seguir  siendo desconocidos, opuestos a la grandiosa necesidad de  desentrañarlos precisamente para que pierdan su sentido de amenaza. de allí hubris como arrogancia y pecado, o legítima  ampliación del conocimiento. 
(Luciano Tanto, perdiendo el tiempo).
14.
Perdiendo el tiempo conseguiste que lo ganásemos.
(Los otros dialogantes son Luciano Tanto y karmenblazkez)
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