Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Este diciembre resulta arduo, fastidioso, angustioso, imposible. De un azul sucio, un azul fuerte como ese con que pintan a veces las latas para disimular su óxido, su podredumbre. El azul que lucen las puertas de ciertas bodegas descuidadas, que se descascara y al que se le pega el negro del humo que despiden los tubos de escape, las chimeneas de las fábricas.
No es diciembre, lo sé. El universo no sabe de diciembres ni de abriles ni de ese mes terrible que me parece ser febrero (o agosto).
Triste, gastado, desgastado, incoherente. Loco. Pero no lo suficiente para querer curarme la locura.
1 comentario:
Me gustó tu diciembre mutante. Es muy buena la sensación de sentirse así en este mes. Feliz o no es un campanazo para el mundo. Me gustan muchos los pöemas que se ubican al costado. Un abrazo. Mercdes Sáenz
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