Soledad, originally uploaded by Nilton Ramos Quoirin
Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Tomo el celular y me encuentro recorriendo la lista de contactos.
Sin palabras, sin ningún acto notorio, sin que medie un hecho significativo, un día se abren distancias. Las miradas de golpe se hacen frias, las respuestas duras. Escasas las palabras y desaparecen las sonrisas. El abrazo es sustituido por un apreton de manos gélido. El apretón de manos por un hola que hurta la mirada directa. El apretón de manos por un saludo apenas respondido.
Me recuerdo que nada surge en ausencia de causa. No inquiero. Si, como afirmo, la amistad es una concesión del corazón, el derecho a retirarla forma parte del derecho a otorgarla. Puede ser que en el ahora siguiente todo haya cambiado. ¿También cambiaría para mi entonces? La rueda ha girado.
El tiempo avanza, las fechas, los momentos, las circunstancias en que siempre se coincidía a lo largo de la vida. La tierra emprende un nuevo periplo y lo concluye. Pero no. Se soslaya el contacto, se lo impide. Se cierran las puertas. Se abren otras. ¡Es tan fácil ser reemplazado!
Quedan sus teléfonos.
Quedaban.
Duele.
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