Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
1.
El amor siempre encuentra un limite,
el odio ninguno.
Ni el desprecio ni la desconsideración consiguen saciarlo.
Ni la indiferencia es capaz, jamás, de alcanzarlo
el odio ninguno.
Ni el desprecio ni la desconsideración consiguen saciarlo.
Ni la indiferencia es capaz, jamás, de alcanzarlo
ni de detenerlo.
2.
Muy pronto se pasa de tener un hogar, a tener un lugar donde dormir.
De un modesto plato de comida, concedido con amor, servido por manos,
a uno adquirido que aparece
simplemente.
Y de tener una cama de lana cruda, tibia y amorosa,
a una de géneros costosos, grande y muy helada.
2.
Muy pronto se pasa de tener un hogar, a tener un lugar donde dormir.
De un modesto plato de comida, concedido con amor, servido por manos,
a uno adquirido que aparece
simplemente.
Y de tener una cama de lana cruda, tibia y amorosa,
a una de géneros costosos, grande y muy helada.
§
No hay comentarios.:
Publicar un comentario