Notas en el atardecer

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

‎(En donde vivo alguien tiene dentro de su propio apartamento, ocupado por tres personas, 19 cámaras de vigilancia. Las puertas principales del Edificio siempre están cerradas y los habitantes no tenemos llaves de ninguna de ellas ni de los aparcaderos. Han considerado suprimir las de cada casa individual, que se abriría desde un lugar remoto previo el lleno de algunos protocolos. Hay vigilancia privada las 24 horas del día siete días a la semana que cuesta un dineral y su única función efectiva es abrir esas puertas. 

Así y todo no basta: cada semana instalan una nueva cámara en algún rincón, y me temo que hay algunas secretas. También algunas de mentiras para engañar al personal. No es para cuidarnos del ladrón, que nunca ningún robo ha sucedido, sino para cuidarnos de nosotros mismos. Un día propuse prescindir de la vigilancia humana y sustituirla por elementos electrónicos. En fin de cuentas ya llevamos uno que nos vigila en el bolsillo. "¿Quién sacará al  del 502 si llega a morirse?" -me respondieron- "Los de la funeraria" les dije  -"Igual no le importará, ya estaré muerto". Guardaron silencio y pasaron a otro tema).

§