Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Cuentan que cuando Lázaro abandonó la tumba, hediondo, arrancándose el
sudario maloliente, dedicó a sus hermanas una mirada fulminante. Dicen
que después de bañarse y con el olor todavía pegado de las fosas
nasales, en lo único que pensó fue en buscar un abogado para demandar a
Marta, a María y al autor directo, por daño emergente, lucro cesante y
perjuicios morales. "Estaba feliz muerto, como que dijo a su abogado,
había cesado de pagar facturas, de comprar comida, de escuchar reclamos y
a estas bobas se les ocurre meterse en lo que nadie les había pedido".
El abogado aceptó el caso a cuota litis. El juez condenó a los demandados, que pretextaban que el demandante lo que les debía era agradecimiento. Con su treinta por ciento en el bolsillo el rábula dejó de ejercer y vivió cómodamente hasta la muerte. Jesús se desentendió del tema y al poco tiempo voló o se voló al cielo sin que nadie haya vuelto a saber nada de él, aunque el Juez también lo condenó subsidiaria y solidariamente porque la resurrección la hizo no tanto por amistad, como por interés "para que creyeran" según dejó luego consignado Juan, que se dijo testigo de la cosa.
De Lázaro se sabe que aún vive porque a un resucitado le es imposible morirse nuevamente, y que se sostiene de la caridad pública una vez terminó lo que le correspondió del pleito. Tal vez usted sin darse cuenta le haya negado unas monedas.
El abogado aceptó el caso a cuota litis. El juez condenó a los demandados, que pretextaban que el demandante lo que les debía era agradecimiento. Con su treinta por ciento en el bolsillo el rábula dejó de ejercer y vivió cómodamente hasta la muerte. Jesús se desentendió del tema y al poco tiempo voló o se voló al cielo sin que nadie haya vuelto a saber nada de él, aunque el Juez también lo condenó subsidiaria y solidariamente porque la resurrección la hizo no tanto por amistad, como por interés "para que creyeran" según dejó luego consignado Juan, que se dijo testigo de la cosa.
De Lázaro se sabe que aún vive porque a un resucitado le es imposible morirse nuevamente, y que se sostiene de la caridad pública una vez terminó lo que le correspondió del pleito. Tal vez usted sin darse cuenta le haya negado unas monedas.
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1 comentario:
me encanta!!!!
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