Epicuro

"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro

"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia

abril 30, 2012

Notas de Aire


Luis Fernando Gutiérrez-Cardona


1.
Solía decir "Yo te amo". Un día la brisa se llevó ese yo y decía "Te amo". 
Una ráfaga arrastró el te, y quedó en "Amo".

 En un giro sutil no me sonríe ni lo hago: obedezco.

2.
"Llegué hasta tus besos, tus abrazos, llegué y ni me enteraba entonces, pero me enteré inmediatamente: eras pérdida y ganancia". 

El poder arrollador de las palabras dichas. 

Era hermosa la vida cuando vivir era insistir. Dejó de serlo cuando vivir se hizo desistir.

3.
¿Llegué tarde? No. El hito en la línea no nos pertenece. Las cosas pasan. Pasan: esa palabra tiene significado de suceso y de tiempo; pasan porque ocurren y pasan porque dejan de ocurrir. 

Mis reclamos, necios, inoportunos, tal vez quieren impedir que se congelen en una especie de cuadro de imágenes estáticas lo que fueron locos movimientos del viento, de los árboles, de extraños mensajeros, de luces titilantes, de millones de luces. Creamos un tesoro que, como el ladrón de los cuentos arábigos, se cerró con una enorme piedra dejando un maravillado intruso dentro que, admirador del mismo, requiere con el único fin de re-querer. Sus cinco notas son tragos que apuro de golpe y me embriagan al amanecer. Amanecer que no deseo. La piel no fue un sueño, ni esos ojos que se fundieron con estos en una única conversación que solo resistió hacerse en silencio. No fue sueño sus manos ni sus pies que dejaron huérfanos estos labios. Sus pies, cálidos y momentáneos compañeros de estas manos. 

Un relámpago.
Este navegante de un bote sin remos anhela una ola que lo arrase.
Te llamó mago y magia.
Te huele, te sabe.
Pero se reconoce duna. 

Deshazme viento, ola, tormenta.

Que no amanezca otra vez, que no amanezca. 


4.
Camino de la oficina pasaba por frente de su trabajo.
Un día volví la cabeza y allí estaban sus ojos.
Coincidimos una noche en la barra del bar que me gusta
¿Coincidimos? 
Nunca había estado allí, supe después.
Había un asiento en medio.
Nos miramos.
Alguien ocupó la silla.
No se atrevió, ni me atreví.
Volvimos a vernos al mirarnos
camino del trabajo.

Contarlo estremece mi corazón.


5.
...
Ponme, discretamente, en la lista de quienes te aman. Allá, en el final.


§




1 comentario:

Manuel Marcos dijo...

Son hermosas estas palabras y llenas de sentido.