Epicuro

"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro

"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia

julio 21, 2012

Digo fui...




 

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona


Esta semana puse por ahi, del Mumonkan:


Tu descripción de ello es en vano, tu retrato no es de provecho,
Valorarlo no tiene utilidad, deja de preocuparte de ello totalmente.
Tu verdadero ser no tiene donde ocultarse,
Incluso si el universo es aniquilado, no se destruye.

*

- No hay dónde ocultarse, es cierto. 

*


Estuve en las montañas de New México, en las de Arizona, en las carreteras de Nevada, en las planicies sin fin de Texas.
Fui donde viven los indígenas navajos, respiré el aire de sus montañas sin vegetación, anduve por ellas algunas noches sin estrellas.
Me puse bajo su sol ardiente.

me senté, silencioso, en sus colinas... fui al Gran Cañón del Colorado, trepé los picos cercanos a Albuquerque
-digo fui,  ¿pero quién fue?
-
¿qué?


*

las montañas, el viento, las nubes, las estrellas estuvieron negadas para mi.
en ninguna parte sentí una conexión cósmica
un sentimiento universal.
todo se me hizo telones de una inmensa escenografía vacía.
todo perfecto,
todo puesto en el lugar preciso...

*

¿Qué es el inmenso Cañón del Colorado, 
qué las montañas de Albuquerque 
o las arenas rojas de Arizona si en ninguna parte canta un pájaro
si los ojos de las personas no se encuentran
si tienes a mano la facilidad de un escape. 
si las nubes no parecen nubes sino naves?


*

Los indígenas con sus artesanías, su ira sorda y su desprecio.
*

una noche llegamos a Las Vegas
mar de luces
relumbrón.


*

Mi espíritu se llena en una montaña del Macizo Colombiano,
en San Agustín,
en un recodo de la Sierra Nevada
en un rincón medianamente oculto de la Guajira o en Santa Marta,
o aquí,
en una cabaña metida en la montaña
donde abundan las luciérnagas
y

ves volar los colibríes que se detienen en el espacio
ves saltar los grillos verdes
oyes cantar los gorriones
ladrar a los perros
croar a las ranas.

O tomar un café en cualquier lugar, 
mirar la gente a los ojos

y notar sin aprehensión que alguien te mira,
alelado o compasivo



*


¿Volverías?
No.
Ya no habrá tiempo.
Pero al morir, el espíritu, que no sé que quede pero si quedare, me gustaría sobrevolara la calidez del valle,
los bosques de un pueblo perdido en el oriente de caldas que se llama Pensilvania o alguna cima

y que en todo caso
tuviera la potencia de asustar a alguien, porque haya alguien o algo asustable.

*

La tierra tiene 4500 millones de años,
el universo quizás 14 mil millones
no sumo cien años aunque los sume todos.
¿a quién le importa?
Nos negamos todo el tiempo nuestra futilidad
nos creemos la gran cosa cuando no somos más que la pequeña deposición que igual es el barro de mañana.
No nos importa porque nos ocultamos,
escondemos lo que somos,
nos da miedo que nos descubran.


*

El próximo viaje
tendría que ser en cuatro rodachinas
al crematorio más cercano

Si.


*

El espíritu de los indios navajos no está en la montaña.
Estaba en ellos pero ya no está, o no parece estarlo.
En el bisonte que llenaba sus praderas,
en su halcón,

en su caballo,

en el águila.

Todo es, somos, parte del enajenamiento general. 
Montados a pelo en sus potros, con sus zapatos nike provenientes de un contenedor de ropa regalada.
acurrucados en el mercado de Santa Fe, en Nuevo México hablando de los poderes curativos de una pulsera de cobre.

*

Lo que no senti, no es por su culpa sino por la mia...


*

¿Sabes?

Solo tuve un momento de profundo impacto emocional.
fue en un museo de Los Álamos, donde desarrollaron la bomba atómica. Hay allí una replica exacta de la que explotó en Nagasaki.

Una niña al lado preguntó el porqué de mi emoción y le dije que en el primer instante esa cosa mató cien mil personas
ella, muy americana, me respondió: La necesitábamos. ¿La necesitábamos?
¡Por Dios!

fue hace sesenta y tantos años y ella dice:
la necesitábamos.

¿Puede uno sentir algún orgullo por conocer las calles por las que caminó, tal vez ensimismado, Julius Robert Oppenheimer?
"No había nada que probar, los alemanes ya lo habían hecho antes, solo teníamos que usarla y ya está"
respondió cuando le preguntaron porqué no ensayaron la bomba de uranio, antes de usarla.

La necesitaban.
Fat Man le dieron como nombre a esa cosa. Y lo parece. Es como una enorme chocolatina de las que vienen envueltas por los extremos. Se ve bastante primitivo el engendro maligno.
A qué sofisticadas formas habrán llegado,  cómo mejorarían sus sistemas, su puntería, su eficacia, sus materiales.

La de Hiroshima, Little Boy, fue de uranio, la de Nagasaki de plutonio, las de la guerra fría de hidrógeno.
La primera tuvo el poder de 13 millones de toneladas de dinamita, éstas cuanto menos mil veces más.
¿Qué habrá, dios, guardado en esos desiertos, en las estepas rusas, en la geografía china, en silos secretos de Israel, Inglaterra, Francia, la India, Pakistán o Francia.


*

[Un muchacho de 24 años, con un titulo en neurociencia, iniciando un doctorado
se mete a un cine y dispara y mata a 70.
Los que no mató
de alguna manera fueron tocados por la muerte.]


*
Pensé en ese momento que una gran bomba debería acabar con esta especie perversa

que surgieran otra vez el dinosaurio y el mamut
las lagartijas voladoras,
los gigantes habitantes oceánicos.

que se levantaran del piso lo que hoy son fósiles

que toda la especie llamada humana pereciera

que no quedara nadie ni nada de eso atroz
capaz de hacer cualquier cosa 
una bomba que lo arrase todo
o
una ciudad en el desierto
que no tiene objeto ni sentido
pero por la que exclamamos ¡oh! ¡ah! ¡qué! ¡increíble!
al ver los edificios estrambóticamente copiados de otra parte porque no pudieron traerse al no poder comprarlos,
o un montón de infelices al montarse en limusinas de media cuadra de largas observados por otro montón, que no tienen con que montarse en ellas
pero si puede meterse en un hotel con buffet de 50 dólares para comer todo lo que la tierra da de comestible o no, cuantas veces quiera a condición de no salir.
Por cierto, los baños quedan fuera.


*
Albuquerque,
de arenas pardas y rosadas, de montañas y arquitectura,
Santa Fé en Nuevo México,
con macetas de flores en los parques, museo de arte indígena, artesanías, calor.

A lo largo de horas, se condujo a través de un campo sembrado de torres generadoras de energía eólica en las planicies de Texas hasta una ciudad llamada Lubock.
en la que no se veía un alma
mejor dicho: ni un cuerpo.

Del tamaño de las aspas, gigantesco,solo fuimos conscientes al pasar un camión que transportaba una.
*

Ellos patentaran el viento…
y cobrarán por él
tal como el agua que era bien de todos,
y era gratis
pero ya no

embolsarán la lluvia
envolverán las nubes y las llevarán allí donde quieran
y tal vez consigan su objetivo de cubrir el sol y otorgarlo.
No han patentado la luna por inútil
pero ya tienen el argumento jurídico para hacerlo

si dejara de serlo.


*


¿Sabes?


Aprendí a leer en novelitas de vaqueros que alquilaban en mi cuadra por unos centavos,
escritas por un tal Marcial Lafuente Estefanía.

Todas eran iguales
se iniciaban con una chica montada en un caballo desbocado
que era salvada por el vaquero a quien perseguía el sheriff
a sueldo de los ganaderos.

Las cosas pasaban en Abilene, en Irving, en Dallas o en Amarillo

Pasamos por allí y allí no había nada ni nadie.
Todo se ve inquietantemente solo.

Eso si, en un restaurante dijeron que si comía un filete de 72 onzas en una hora, seria el héroe del día y no lo pagaría.

claro, no lo intente...

que tal: un filete andante convertido en dos filetes andantes.
No somos otra cosa: carne.
*
- digo volví, 
¿pero quién volvió? -


§



§


§


§


Watanabe Hakusen


Repentinamente la guerra
De pie

Al fondo del corredor

Bandera del sol naciente.
Yo la ofrezco al océano


§

1 comentario:

ie.ro dijo...

viajar hacia adentro,
oír los zumbidos de lo que ya pereció.

¿somos algo que se mueve?
¿qué nos lleva a recorrer mil kilómetros si seguimos en el mismo lugar?

es paradójico encontrar, en el último rincón del mundo, que la codicia sigue liderando las almas, que la vastedad ya la miden, que la locura está sólo a un abrazo de distancia [y que probablemente, ya nos está abrazando desde hace años].

¿caos general para acabar con la poca luz que aún somos capaces de ver? yo convivo con el caos para subvertirlo. hay que.

abrazo para ti, lobo.