España

 

  Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

 

La labor de zapa que desde adentro, encabezada por el propio rey borbón, hacen sobre la corona española, la condenará a su desaparición. Tanta sangre y tanta tinta para que la Tercera República surja por causa de un elefante, una cadera, un yerno con ideas y una infanta a quien veremos caminar la cuadra del juzgado. El principe heredero peinará las canas de su barba en Londres, al igual que el Rey de Grecia, su pariente. E irá, de yate en yate -si es que lo convidan porque su mujer no es de los mismos- llorando tal como el antiguo moro.

La república tendrá varias hijas, del Cantábrico al Mediterráneo. Y los paises de la América pasarán de tener Madre Patria, a tener un montón de Primas Patria. Argentina volverá a llenarse de Gallegos y Venezuela de Canarios. Pero los "españoles" desaparecerán.

Para ayudar a comprender le pregunté a Joludi, un internauta de alto vuelo, quien me respondió:

 "La monarquía cae en uno o dos años, salvo que haya un cambio radical del ciclo económico, cosa no descartable. En España apenas hay una nación. Tan solo una nación, si acaso. No existe fundamento sociológico pleno y sostenible para hablar de nación catalana o vasca. No se puede hablar de esas entelequias, como tampoco se puede hablar de nación bretona, o nación sarda, o nación escocesa, por más que exista un indudable nacionalismo en Bretaña, en Cerdeña o no digamos en Escocia. El concepto de nación es mucho más exigente en términos de articulación sociológica y estructuras históricas de Estado. Claro que existe y vive España. Es un vivir desviviéndose. Llevamos así cinco o seis siglos. Y aquí estamos. Y lo que te rondaré. En peores garitas ha hecho guardia esta extraña idea de lo español, que se muere existiendo y existe muriéndose…"

§