Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Me preguntó qué era más importante si la bolsa o la vida y le dije que la bolsa. No dijo más. Tal vez se sorprendió con la respuesta. La bolsa se liquida y gozarán con ella. La vida es un despojo que tienen que pagar para que dispongan de el.
Recordé un poema de Teresa Calderón leido quien sabe cuando.
Lo busco entre las notas:
Lo busco entre las notas:
"Abrían sus fauces los camiones de la tarde.
Todo se lo tragaban. La lozanía de la fruta participando del misterio y de la muerte.
Convincente la escoba barriendo la piel los huesos tatuados por el pavimento y tendones estallando y cartílagos sangrientos y briznas de pasto y ramas secas recolectadas en la caída.
El más grande de los desperdicios mi pobre basura biodegradable entrando en la ambulancia."
Los lobos quizás no sepan de otro amor que el instintivo.
Los hombres-lobo sufren. Cultivan las palabras.
Las palabras los arrastran. Son su arma y su armadura.
A veces los consuelan.
A veces los hacen verse desnudos.
Una vez que corren a cubrirse ya no los salva nada.
Música de fondo.
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