Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
1.
Ocurre entonces que algo me lleva a la música de Kitaro, y el alma empieza a pedir, para no enloquecer, para no pensar más en la muerte, que una mano se acerque a esta mano y diga cualquier cosa tonta del tipo yo-te-amo o tu-me-importas.
2.
La vida es una herida absurda.
Maldita sea...
Nadie, nadie.
Los muertos muertos muertos muertos muertos
y yo ebrio...
.
2.
La vida es una herida absurda.
Maldita sea...
Nadie, nadie.
Los muertos muertos muertos muertos muertos
y yo ebrio...
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