Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
Gracias por la conversación de anoche, y por el momento. No habíamos
estado tan cerca antes... Sorbí del aire y quedaron en la retina una pestañas
largas. Negras. ¿Recuerdas? En ese tiempo yo no quería morirme ni pensaba en la muerte porque la vida era siempre ahora, siempre contigo. No hicimos planes de futuro ¿para qué? El presente era todo y solo había un presente.
Hoy lloro cada mañana bajo el agua de la ducha y retengo las lágrimas cada noche porque es otra noche. Hoy callo las palabras para que no sean detenidas en ese escudo frio, firme, que hay siempre frente a tí.
Hoy me pregunto cada dia por el de mañana. ¿Qué será de mí? le clamo al viento. El viento no responde nada. Estoy entonces más cerca.
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