Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
La fe que perdí,
mi camino
y mi carreta.
mi camino
y mi carreta.
(Poema de amor)
Serrat. Siempre él. Serrat a quien amamos y seguimos de disco en disco, de teatro en teatro, de plaza en plaza. La penúltima vez en el Jorge Isaacs de Cali. La última aquí en la plaza de toros con algunas personas y mucho pavimento vacío. Serrat, un solo poema a lo largo y a lo ancho. Uno solo y maravilloso en cada canción, al mar, al agua, a una encina, al amor en todas ellas.
Serrat, presente en cada momento amable de la vida. En la juventud de mis hermanos que se sentaban a escucharlo conmigo -y lo interpretan hoy- mientras nos atiborrábamos de ron. Que me trae aquí ahora y todos los momentos al hermano que se marchó. Serrat que nos hacía reunirnos a los amigos como amigos. Amigos de los que queda, acaso, alguno que saluda al pasar Entre un hola y un adiós. También ella, sí. También ella -cuando quizo ser- me acompañaba a escucharlo. Intentaba comprenderlo, o eso decía, ¡Ay!.. "Y yo, a todas horas la iba a ver/ porque yo amaba a esa mujer/ de cartón piedra,/ que de San Esteban a Navidades,/ entre saldos y novedades,/ hacía más tierna mi acera."
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