Tiempos

 Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Harán rogativas, 
danzarán la danza de la lluvia, 
invocarán espíritus 
y esperarán.
—Puesto que no llueve si no llueve
y llueve cuando sí—.
La muerte de unos la gozarán los otros.
La vida. La muerte...
¿qué cosas son sino caras de la moneda?
¿Qué diferencia hace que mueran de sed o los sacrifiquen para un asado?
—Llegaron a ser tantos los dinosaurios que un dios travieso decidió extinguirlos—.
Pero todo ha devenido en política.
Los siete mil millones de humanos habrán de ser purgados como la plaga de langostas que es.
Lo hará el propio hombre. Pasará.
Las herramientas de matar abundan. Están listas.
Serán barro y petróleo los esqueletos.
Por eso resta vivir y ya, como si no hubiera mañana.
Ahora.
Sí. 
Antes que nos convirtamos en chigüiros. 
(Que ya somos tratados como tales).


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