Insomnia

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Si el hombre hubiese querido sembrar flores en la luna hoy caerían de allí lluvias de pétalos.
Si, de querer, la hubiese sentido y visto como ser viviente, y no mina llena de diamantes.
Si en vez de un pequeño paso el hombre que puso el pie alli hubiese dicho: tierra, luna azul y blanca; tierra, casa pequeña, hogar mínimo y frágil que flota en el espacio.
Si hubiesen mostrado qué tan pequeños somos en vez de suponer el paso que no fue y la grandeza fútil del visitante.
Si no hubiesen plantado una bandera sino un árbol y en vez de dejar armas allí se hubiesen dado un abrazo que equivaliera al abrazarse todos.
Si hubiera habido un gesto de humanidad, un sentimiento; si la hubiesen amado en cambio de los actos fríos de una actuación perfecta.
Si hubieran mirado y dejado ver las estrellas en vez de hacerse fotos de si mismos.
Si en vez de muestras de laboratorio que hicieran verla como una polvorienta roca inútil, hubieran agradecido su existencia de la que depende la nuestra.
Si no hubieran llegado a ella como a una piedra en medio de de Arizona.
Si le hubiesen llevado un pedazo de mar, un tris de viento, un poco de agua que aliviara su sed de eones. 
Si hubieran reflexionado en ella como los amantes solitarios.
Supongo que los hombres si fueron a la luna. Pero me niego a aceptar que alli no hubiese nada.
No halló nada, sí, porque de haberlo hecho excavarían hoy  sus cráteres enormes palas y habrían construido un ferrocarril que hiciera de ella un vertedero. Ya habría al menos un pueblo allí con bares y con putas.

Pero si hubiesen querido sembrar flores en la luna hoy cantarían miles de pájaros en ella y su trinar haría menos triste la vida de los hombres. Si asi hubiese sido pudiesemos amar más y ser amados. Si así hubiese sido odiariamos menos. Aunque, si me besaras, habitaríamos tu y yo otra vez los astros. 

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