Luis Fernando Gutièrrez-CardonaCundinamarca bien puede ser el Departamento más importante de Colombia. Que ser su Gobernador se haya convertido desde hace años en un trofeo de caza para el más hábil ladrón, como la Alcaldía de Bogotá para el llamado Polo Democràtico y los Moreno, y como es la Fiscalía para los validos de turno (no se dan contratos de miles de millones de pesos sin el consabido CVY (o cómo voy yo). Que un Procurador, sobornado, exhiba impúdicamente sus adquisiciones con el producto de su venalidad... y el Fiscal se convierta en cabeza del paredòn judicial contra los contrarios políticos, muestra la corrupción del estado -o la corrupción de estado- que campea a lo largo y a lo ancho de la nación como política del gobierno que, además, la usa para comprar todo lo que necesita: periodistas, congresistas o lo que requiera. Medios enteros como la revista Semana se subcontrata por mil millones para servir al régimen. Los magistrados, los más altos -los de la Corte Constitucional- se venden y se compran. Los alcaldes negocian con las fotomultas que se convierten en microempresas personales contra el ciudadano, reducen ridículamente el limite de velocidad y asi pueden sancionar de todas formas en la autopista diseñada para ser el corredor rápido entre capitales e inflar sus bolsillos.
Ello habla del alma nacional. proclive a lo corrupto, al dinero fácil y rápido, a una carencia total del sentido de lo decente. Quien alimentó la esperanza, Mockus, también se vendió por un contrato de 300 millones.
En aras de un posible Nobel hacen el show de decir que firmaron algo que no pueden revelar porque no está completo. País de la mentira tituló un autor su libro. ¿Entonces? ¿Votar? ¿Hay alguien por quien hacerlo? ¿En blanco?
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