1. Cada vez estoy menos dispuesto a echar paja. Escribo dos mil palabras y en la tercera revisión quedan 300. Lo demas sobraba.
2. Escojo el camino más sencillo pero en la vida observo que la mayoria prefiere el más dificil. Si queda respondido con un si o con un no ¿para qué llenar diez páginas con explicaciones? Recuerdo una instrucción de Churchill a sus Ministros en el fragor de la 2a. Guerra: "Explíqueme en no más de una página..." y preguntaba por algo que llenaría un libro.
3. Cuando surge el tema surge también la restricción: "no hablemos de política...hablemos de fútbol." Algunos se paran y se van. La gran mayoría huye o guarda silencio, que es también una forma de huir. Dice M. Foucault: "¿Por qué me interesa tanto la política? ¿por qué no debería interesarme? Qué ceguera, qué sordera, qué densidad de ideología debería cargar para evitar el interés por lo que probablemente sea el tema más crucial de nuestra existencia, esto es, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas dentro de las que funciona y el sistema de poder que define las maneras, lo permitido y lo prohibido de nuestra conducta? Después de todo, la esencia de nuestra vida consiste en el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos."
La democracia fracasa cuando la política se vuelve problema exclusivo de quienes la ejercen, que por lo mismo pueden hacerlo como les viene en gana. No solo no es malo hablar de política sino que es necesario hacerlo.
lfg-c©
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