Vida

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Un tipo en ésta ciudad desesperado por sus deudas y porque los bancos le quitarán todo dejando a su familia en malas condiciones, decide buscar un sicario que lo mate. Así las deudas quedarán cubiertas por los seguros.  No tiene con qué pagarle los dos millones que le cobra por lo que le da algo en efectivo y completa con joyas y con cosas. Le ofrece la gabela de que se quede con el carro, que vale unos diez millones.  El sicario trata de hacerlo desistir y, según afirma, hasta el último momento le ruega que se arrepienta. Pero finalmente cumple el trato.  Al sicario, que no sabe manejar, le toca buscarse un par de cómplices, uno de los cuales es policía activo. Abandonan en un matorral el cadáver. No se pueden llevar el carro porque no saben quitarle la alarma que se activa y les toca dejarlo abandonado...

Dos millones, para dividir entre tres es lo que cuesta, y vale, el desespero. Lo que vale y cuesta el amor. 

Una religión se basa en un suicidio -sacrificio- igual.  

Las cámaras dan pistas y la justicia resuelve el caso.

Se puede escribir una obra de teatro sobre ello.

Y se la puede llamar "Vida".

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