Ya está cerca el secreto. Lenta pluma,
alto trabajo firme y pensativo
contándome las horas por la espalda.
—Blas de Otero
Esa definitiva sensación de que hay que hacerse a un lado. El desamparo. El desabrigo. Comprender por qué la respuesta al abandono es abandonarse más.
Arrinconarse mientras ese cierto olor a rancio y ese apartamiento, al que se contribuye con errores reiterados, se hace más agudo, menos soportable para los demás y también para sí mismo.
Sin ira, sin dolor, sin odios. Con lo que el corazón soporta y en silencio, apartarse. Se hace menos daño así. No desaparece el desprecio pero al menos no se ve.
¿Cómo lograrlo si aún se es persona? ¿Si aún el cuerpo ocupa un cierto espacio delimitado por la piel?
§
Epicuro
"Haec, inquit, ego non multis, sed tibi; satis enim magnum alter alteri theatrum sumus. "
Epicuro"Cerca de mi no hay más que lejanias."
Antonio Porchia
mayo 10, 2016
Madrugada
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario