Luis Fernando Gutiérrez-Cardona
No recordó aquel regalo que le dio alguna noche de frío, tibia por las palabras y el cúmulo de mensajes llevados y traídos por un pequeño ser alado que no se cansaba nunca, al que dejaban abiertas las ventanas y el corazón. Aquel regalo extraño se ajustaba con perfección y servía para muchas cosas, pero solo para una. Entre el montón de objetos que regresó groseramente el tiempo, aquel no volvió. Y era el único que hubiese deseado que retornara. Pero no lo recordó. No había sido suyo. Nunca le perteneció.
lfg-c©
No hay comentarios.:
Publicar un comentario