¿Cómo?

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Cuando dos se reúnan en mi nombre allí estaré. No, no me refiero a las palabras de Jesús. Me refiero a la política y a los dos monosílabos tan innombrables como sus gestores más caracterizados. Crecen el encono, la ira, el extremismo, el barrabravismo convenientemente estimulado de ambos lados para que no decaiga. Manipulan, con etiquetas de amigos y enemigos de... Mentiroso, grita al mentiroso el mentiroso. El sentido común deviene en sentimiento primario, la etiqueta de generaciones que si contra las que no se arroja como trastos en pelea de sirvientas. Nadie se calma. El olor a conejo apesta, la democracia asusta, la inteligencia se ausenta. Los sabios de la tribu con un poco de sindéresis se esconden. Aparecen los asesores bien pagos a suplir la ignorancia de los primitivos orates de las selvas de Indias... Mi casa, en donde había paz, estalla en guerra y gritos de cállate. ¡Qué pereza! Ha llegado de los montes a las casas esta guerra.

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