Nocturno

Luis Fernando Gutiérrez-Cardona

Sin malos rollos: te deseo. Con la mente y con el corazón. ¿Puedo decirlo? Pensaba en las palabras como una manta suave en noches de frío. Pensaba cómo pueden ser tan poderosas. Pensaba por qué dos que puede hacerlo no lo hacen. Pensaba que un te quiero no es igual a otro te quiero; que un te deseo no es igual que otro te deseo aunque el deseo tienda al mismo lugar, pues son diferentes las maneras de llegar y los lugares no son ni se ven iguales. Pienso en la piel que brilla en la mirada. En los reflejos de unos ojos cerrados. En los ojos que van al corazón. A ese corazón, no al de carne.

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